28 jul 2013

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21 jul 2013

EFECTOS SECUNDARIOS DE LA QUIMIOTERAPIA: Sindrome de Pies y Manos.

Compartimos este artículo que nos ha hecho llegar nuestra amiga Amalia Terilli, Técnico en Podología
SÍNDROME DE PIES Y MANOS

Este artículo puede ayudarle a reducir su riesgo de desarrollar el síndrome de pies y
manos, como así también ayudarle a reconocer y manejar los síntomas si estos llegaran a ocurrir.

Este artículo no deberá reemplazar la comunicación con su médico. Su médico siempre deberá ser su primera opción de información sobre la quimioterapia y sus efectos. La información incluida en este artículo tiene como propósito ser útil, instructiva y preventiva,  en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.

Efectos secundarios a la quimioterapia en el pie

El síndrome de pies y manos (llamado ERITRODISESTESIA PALMO-PLANTAR) es un efecto secundario,  que puede suceder con diversos tipos de quimioterapia o fármacos de tratamiento biológico utilizados para tratar el cáncer.  Se presenta como una reacción dérmica inducida por la quimioterapia. Después de la administración de la quimioterapia, pequeñas cantidades del fármaco traspasan los vasos sanguíneos pequeños llamados capilares, en la palma de la mano y la planta del pie.  

¿Cómo sabré si tengo el síndrome de pies y manos?

Los fármacos para tratamientos oncológicos en dosis altas pueden provocar esta reacción cutánea en algunos pacientes. 

La piel puede enrojecerse, inflamarse, agrietarse o doler.

Es posible que note una sensación de hormigueo o adormecimiento.

El síndrome de pies y manos también puede ocurrir en la piel en otras partes del cuerpo.

Si bien no todas las personas que son tratadas con quimioterapia lo desarrollan es bueno estar informados.





La exposición de  los pies al calor, así como la fricción en las plantas, aumentan la cantidad del fármaco en los capilares y el  fármaco  “escapa” por estos.

Este escape del fármaco provoca enrojecimiento, sensibilidad y posiblemente descamación de las  plantas. 

El enrojecimiento, también conocido como eritema palmo-plantar, tiene la apariencia de una quemadura de sol. 

Las áreas afectadas pueden secarse y descamarse, y se puede desarrollar entumecimiento u hormigueo. 

El síndrome palmo-plantar puede ser incómodo y afectar su capacidad para realizar actividades normales, sin embargo, en algunos pacientes puede convertirse en una reacción fuerte y muy dolorosa.

Cuando se hace intenso puede llegar a ser difícil utilizar las manos como así también el caminar. Si bien relativamente pocas personas desarrollan este síndrome en su forma intensa, es muy importante tratar de prevenir tal reacción.

Si ocurre, reconocer y tratar la reacción en forma temprana puede reducir el riesgo de que se vuelva más intenso.



Grado 1. Enrojecimiento leve, inflamación o sensaciones alteradas (por ejemplo: hormigueo o ardor) que no interfieren con las actividades cotidianas.


Grado 2. Dolor en las manos o los pies que hace más difícil realizar las actividades cotidianas. La superficie de la piel está intacta


Grado 3. El dolor es intenso y hace difícil caminar o usar las manos. La lesión del tejido es evidente, por ejemplo piel descamada, con ampollas o grietas.

-          No espere a ver si la situación mejora por sí sola.

-          Si se trata del síndrome de pies y manos, lo más probable es que la situación empeore si la ignora.

Prevención:

La prevención es muy importante para intentar reducir el desarrollo de esta afección.

Si concurre a una Atención Podológica tenga al tanto al Técnico que está llevando a cabo un tratamiento de quimioterapia, él sabrá qué recomendarle para estos casos y le indicará como tratar sus pies.

Entre las medidas que usted puede tomar se encuentran modificar algunas de sus actividades diarias normales para reducir la fricción y la exposición al calor de las manos y los pies durante un período de tiempo después del tratamiento (aproximadamente una semana después de la medicación y durante la mayor cantidad de tiempo posible mientras recibe medicación oral).

Evite la exposición prolongada de las manos y los pies al agua caliente cuando lava los platos, o toma duchas o baños largos.  

Las duchas cortas con agua tibia reducirán la exposición de la planta de los pies al fármaco.

Evite la presión excesiva en las plantas de los pies.

No realice actividades tales como trotar, hacer aeróbicos, caminar vigorosamente, saltar, y evite las caminatas largas.

Evita el calzado demasiado ajustado o demasiado suelto: un calzado demasiado ajustado puede causar dolor punzante, roce y calambres, y un calzado demasiado suelto  puede empeorar el dolor al no brindar un buen apoyo a un pie de por sí inseguro. 

El mejor calzado para estos casos son las zapatillas o los zapatos que ajusten el pie cómodamente, que sean flexibles y le brinden un buen apoyo.

En la cama debes tener tus pies al descubierto. Evite que el roce de las sábanas sobre tus pies te cause dolor. Si esto no es posible, existen unas planchas de gel de silicona que se colocan encima de la sábana y que suavizan todo tipo de roce.

¿Cómo manejará mi médico el síndrome de pies y manos?

Su médico puede pedirle que trate los síntomas del síndrome de  pies y manos con ciertos medicamentos.

Algunas cremas para el cuidado de la piel pueden ayudar.

Estos productos contienen ingredientes tales como vaselina, lanolina o ácido láctico.

Los masajes ayudan a la circulación y estimulan la producción de endorfinas (sustancias químicas del organismo que ayudan a controlar el dolor), pero éstos no deben ser muy largos ni excesivos.

Después de aplicar la crema, póngase guantes o medias de algodón, (especialmente a la noche). Esto ayuda a que mayor parte de la crema se absorba y que su piel permanezca cubierta.

Algunas veces se recomiendan corticosteroides tópicos u orales.

La vitamina B6, o piridoxina, también es utilizada por algunos médicos. Si su médico le recomienda esta vitamina, asegúrese de seguir sus instrucciones respecto a cuánto y con qué frecuencia tomarla.

Procedimientos de enfriamiento:

Algunos expertos recomiendan tomar baños fríos para reducir el flujo de sangre puede reducir la intensidad de los síntomas.

Mantener los pies elevados también podría aliviarle.

Realice pediluvios en agua de malva “fríos”, tiene propiedades descongestivas, sedativas y lubricantes.

Alivio del dolor

El especialista puede recetar algún medicamento que ayude al paciente a controlar el dolor, el hormigueo y la sensación de ardor. El tipo de medicamento depende de la frecuencia y la intensidad del dolor. No obstante, algunos medicamentos producen efectos secundarios

En caso de picazón aplique almidón de maíz (maicena).

Para evitar la sequedad, báñese rápidamente bajo la ducha  con agua tibia en lugar de darse un baño caliente y prolongado en la bañera.

Aplíquese crema después del baño, los emolientes con vitamina “A” proporcionan una humectación excelente para las manos y los pies.

No use perfumes, agua de colonia o loción para después de depilarse, ya que estos productos frecuentemente contienen alcohol, lo que puede resecar aún más la piel.

Colocar en el calzado alguna plantilla suave que puede ser de gel de silicona.

¿Cuándo llamar al médico o profesional de atención médica?

-          Si observa que las palmas de las manos o las plantas de los pies enrojecen o se vuelven sensibles. 

-          Esto generalmente ocurre antes de la descamación, por lo que puede recibir recomendaciones para aliviar la molestia. 

-          Trate sus pies con un Técnico en Podología egresado de la Escuela de Tecnología Médica, dependiente de la Facultad de Medicina, él está preparado para atender su pie de modo integral, derivando si es necesario al especialista oportunamente.

CUIDE SUS PIES, ELLOS TAMBIÉN FORMAN PARTE DE SU SALUD!


                   TÉCNICO EN PODOLOGÍA:  AMALIA  TERILLI  LÓPEZ – Cel: 099 065 402 -