28 abr 2015

Tiempo de espera, tiempo de esperanza



Solo el que está en tus zapatos sabe lo que estás viviendo. Esa lucha interna de un guerrero.
Cada persona vive lo que le pasa, como mejor puede; como una tragedia o desgracia, como una prueba de vida y de fe, como un ensañamiento de la vida o como una etapa a superar, una prueba más que la vida nos pone adelante a la cual tenemos que hacer frente y sacar lo mejor de nosotros. Con noches oscuras más oscuras que nunca y días que nos piden nuestra mayor dedicación.

Hoy vamos a compartir la historia de Christine Augsburger y Fabienne Berthier, dos bellas personas que se enfrentaron en el 2014 con la triste noticia de padecer cáncer de mama,  se conocieron  primero en un curso de auto maquillaje y ahí quedaron en contacto, luego coincidieron en la Clínica COR para realizarse a la misma hora su tratamiento de radioterapia.

Si bien las sesiones duran apenas unos minutos eso valió la pena para encontrarse, sentarse en ese pasillo y compartir charlas de vida. Allí conocieron a muchas personas que cómo ellas atraviesan todo tipo de tratamientos,  cada una con su historia y su esperanza de vida.


De  esos encuentros diarios surgió la idea de compartir un café o un té con esa  pregunta marcada “Cómo estás y cómo llevas todo?”. Intercambiar datos, tips sobre los tratamientos, pelucas y alguna que otra historia.
Tuvieron una idea, esperar a sus compañeros en "sala de espera" con un rico desayuno.


Poco a poco se fueron sumando algunas personas que al ver la iniciativa siguieron colaborando y cada día en esa mesa se agregaba algo más para compartir.

Encontraron personas maravillosas, algunas de Montevideo y otras del interior del país. Un ómnibus de Maldonado traía a un grupo de pacientes; cómo olvidar al señor que contaba chistes y nos hacía llorar de la risa, a las amigas que nos hicimos, a los chicos jóvenes que venían. A la señora de Colonia que viajó con su torta de naranja para compartir.  Hasta se hizo una fiesta de despedida e intercambio de teléfonos al final.


Christine, en su último día de tratamiento, apareció con una cantidad de plantas de "Alegrías" que llevó para regalar con  hermosos mensajes:
 “ Con una actitud positiva, tus problemas se vuelven retos, tus obstáculos enseñanzas, y tus penas parte de la vida”
“No hay mejor medicina que vivir con Alegría y tener pensamientos positivos”
"Gracias por alegrarme estos días en COR"
"Fuerza y muy buena energía"














"Cada día sabíamos que a media mañana  compartiríamos un abrazo, un beso y ese encuentro tan lindo".
A la gran mayoría de los pacientes  los médicos piden todo tipo de cuidados  y reservas al estar en contacto con el exterior por un tema de defensas,  entonces ese pequeño encuentro pasó a cortar la rutina diaria, esa monotonía en la cual cada día es igual al anterior. No existen muchas novedades solo ser fiel a un tratamiento y confiar en cada procedimiento, para el creyente es tener a Dios de nuestro lado acompañándonos.
Hay momentos para leer y tener conocimiento real de lo que nos está pasando y hay otros momentos en los cuales solo nos llenamos de pensamientos positivos evitando lo desgarrador de lo que nos pasa.
Ser paciente oncológico es una prueba de vida grabada a fuego, nadie es igual después.
Para el que lo vive es lo más parecido a ir a una batalla, por eso en infinidad de libros hablan del Guerrero. Para nuestras familias y afectos son momentos de muchos cambios y de asimilar lo ínfimo que somos en la vida. Todo se ve distinto sabemos que nadie tiene la vida comprada,  que nos vamos a ir cuando sea el momento,  será por la enfermedad o no. Sabemos que lo que es fácil se torna difícil y lo difícil en un  milagro. Tratamos de vivir el Hoy es Hoy que nos dice Louise Hay. Es tiempo de volver a nuestros sentimientos más profundos, más puros para encontrarse con uno mismo,  con lo bueno y con lo malo que uno tiene, a sacar fuerzas de nuestro interior. A encontrar el amor en cada cosa que hacemos. A recibir todo lo bueno de la vida porque lo merecemos.
Cómo dijo nuestro querido Galeano “La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. Si no es ahora, ¿cuándo? Tu vida estará siempre llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas.”


2 comentarios:

María dijo...

realmente tenemos mucho y mucho que aprender de éstas grandes mujeres,guerreras ellas,que con alegría enfrentan día a día sus retos personales,tratando de contagiar su entusiasmo.....las abrazo a todas y cada una,y a mi hermana junto con ustedes...salú,bellas!!!!

Adriana dijo...

Hola.. Este mensaje me llegó al alma!!! Tengo 29 años y estoy saliendo de mi primera quimioterapia, necesito contactarme con ustedes x favor!!!! Mi nro es 098153194. Gracias!!!