29 oct 2017

Una hoja cayó...

Cada uno de nosotros somos una hoja que ha brotado de una rama del gran árbol
de la Vida. Mientras recibimos los nutrientes necesarios para lucir coloridas y fuertes, embellecemos ese hermoso ser viviente y lo hacemos más frondoso, pero en la medida que los alimentos no llegan a alguna de ellas o lo hacen y la lastiman...en ocasiones finalmente caen cansadas de luchar en el intento de  seguir aferradas a la forma de vida que conocen y han disfrutado durante tanto tiempo.
No es dejarse vencer, sino necesitar descansar en paz.
Hoy se cayó una hoja muy querida, una que siempre reía al sentir la brisa sobre su cuerpo, animaba a quienes estaban  a su lado  y luchaba con todas sus fuerzas  por mantenerse erguida y no caer a pesar de no sentirse bien.

Nos dejaste tu ejemplo amiga  y debes saber que tu sonrisa quedará grabada en cada una de las amigas de MAMA MÍA que disfrutamos de tu amistad. Nos volveremos a encontrar en otro árbol, en otro lugar.