20 jul 2012

Sabia Mazatlán


Llegué a Mazatlán, esta lejana ciudad al oeste de México llamada La Perla del Pacífico, ansiosa por conocer sus playas, en busca de calor, escapando del frío Montevideo.
El primer día me dispuse a ponerme el traje de baño para zambullirme en las cálidas aguas transparentes.
Preocupada porque no se me notara la “asimetría” de la que tantas veces estoy pendiente, me coloqué una pequeña prótesis complementaria (“Lolita”) en  el soutien,  la acomodé y me adentré en el mar.
El generoso océano Pacífico me dio la bienvenida saludándome con una gran ola que me revolcó hasta la orilla. Con disimulo, intenté recobrar el equilibrio y al incorporarme noté que Lolita ya no estaba, la ola se la había llevado… Nerviosa comencé a buscarla por encima y en el fondo del mar, sin resultado. Confieso que dejé de disfrutar el momento intentando hallarla. Seguía pensando en ella confiando que el señor océano se apiadaría de mí y me la devolvería en la orilla…
De pronto me vi rodeada de unas delgadísimas hebras azules y en un instante sentí un gran ardor que me obligó a salir del agua. La sensación de quemazón se iba extendiendo y sentía que ardía cada vez más!
_ Son “quemadores”-  me dijo el guardavidas con cara de preocupación. Tienen una toxina muy potente por lo que sentirá bastante molestia durante largo rato. El hielo inhibirá el efecto y la calmará. No coma mariscos ni tome bebidas alcohólicas durante el día de hoy (ese era uno de mis principales objetivos en el viaje!!!).
Creí que era una broma pero no. Terminé acostada boca abajo en un reposera con una gran toalla llena de hielo sobre mi espalda durante media hora.
No quiero pecar de conformista, pero creo que la Naturaleza me quiso decir algo y me dio una lección: 


 No debo preocuparme por cosas intrascendentes

Como primera advertencia,  se llevó a Lolita y ante mi insistencia por recuperarla me mandó a los quemadores para convencerme de que “eso” no es lo más importante.

Lo verdaderamente importante es que estoy viva, por lo tanto puedo y debo disfrutar la vida sin estar preocupada por lo que me falta, sino agradecida por lo que tengo.

quemadores o agua mala


15 jul 2012

Siempre bellas (por María Curiel)

 




¿Se puede ser bella sin cabello? ¡Claro que sí! ¿Acaso esta foto no lo demuestra?
Sé que no es fácil pensar en arreglarse cuando te sentís mal. Podrás estar pensando: ¿De qué me habla ella, sino me puedo levantar? Pero, te cuento: Esto también pasará… Y una mañana, junto con el sol vas a tener ganas de mirarte al espejo y revisar tu necessaire: Usar un labial escondido, un rubor para darle color a tus mejillas y ese corrector que sacará tus ojeras. Sé que estás contando las quimio, deseando que pase cada etapa y que sea una menos. Pero desde que soy parte de MAMA MIA me he cruzado con muchas Guerreras que dicen Sí cada día. Sí, puedo.
Cuando llegue esa mañana, el momento en que abras tu necessaire y te mires al espejo me gustaría estar con vos para ayudarte.
¡Animo hermosas mujeres! Sigan, enseñando al mundo que se puede.
Un beso enorme a todas,
María Curiel