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14 oct 2014

Eli reflexiona sobre su nueva vida.

Hace catorce años y un día fui operada por primera vez de cáncer de mama a los 42 años.
El hallazgo fue en una mamografía de control y las microcalcificaciones eran pequeñas, pero de todos modos, habían células con malas intenciones...
Comencé elperiplo con una cirugía parcial (cuadrantectomía), pero a los dos meses volví al quirófano para un vaciamiento axilar, luego del resultado de la anatomía patológica que resultó ser "infiltrante".
Cinco años mas tarde, estaba feliz de saber que finalizaría mi tratamiento y concurrí a realizarme la "mamo" de control...cuando el balde de agua helada me dejó petrificada. Nuevamente tenía cáncer, no era una recidiva, era otro diferente en el mismo seno y esta vez, la opción sugerida fue la mastectomía. Me convertí en amazona.
Dadas las características de mi caso, tuve que esperar tres años para hacer la "reconstrucción" y lo pensé varias veces (pues no me hacía ninguna gracia volver a la sala blanca).
Un 2 de enero del 2008 pasé a tener "lola nueva" en el año nuevo, y si bien dejé de ser amazona, pasé a ser una "simétrica recauchutada" que no quedó perfecta pero...me las arreglo para disimularlo.
Hoy hace catorce años y un día del comienzo de esa etapa de mi vida que me dio vuelta la vida.
Canto de alegría porque "estoy" y creo que por algo y para algo estoy viva. En el camino encontré a dos mujeres que me acompañaron en la audaz idea de crear un grupo de apoyo a las personas con cáncer a quienes se pudiera ayudar desde la experiencia propia. Ese grupo se llamaría MAMA MÍA. En cuatro años y medio, MAMA MÍA se convirtió en un movimiento que cuenta con miles de seguidores que se unen a las filas de la lucha frente al cáncer con una actitud diferente, la de mirarlo con una sonrisa y decirle sin miedo: YO PUEDO ENFRENTARTE y lo haré con optimismo y alegría, porque tengo fuerzas y porque amo la vida.
Por tercer año consecutivo, este 18 de octubre realizaremos la Caminata por la Vida, y la convocatoria traspasó fronteras, pues nos acompañarán amigos de muchos países del mundo, portando algo rosa, uniéndose a la campaña mundial de concientizar sobre la importancia de la prevención y cantaremos simultáneamente una canción escrita especialmente para nosotras que se llama "QUERIDA".

MAMA MÍA los invita a seguir caminando, y asegura que la sonrisa siempre vuelve, tarde o temprano, siempre vuelve.

Yo, feliz, festejo mis 14 años, me siento como una adolescente con mucha energía para seguir andando tomada de la mano de tantos amigos!

Eli








4 feb 2013

Eli, una mujer asimétrica.

Estaba visitando un museo en Varsovia cuando de pronto la vi. Inmediatamente me sentí identificada, no por el color ni la figura, sino por la asimetría...

Las mujeres que fuimos mastectomizadas sentimos que algo nos falta, que nos robaron un pedazo de nuestro querido cuerpo que socialmente es muy preciado. En mi caso, aún con la reconstrucción realizada con esmero y dedicación por el cirujano plástico, no puedo dejar de pensar en que mi seno postizo nunca volverá a ser el que fue...este es más frío, es inmóvil, más turgente, en fin...no es natural, no es mío.
Como yo no acepté "retocar" la mama sana para que quedaran "parejas" ( algo que nadie puede asegurar) el médico me dijo: " bueno! ya volverás a los 60 cuando tengas una en el ombligo y la otra donde debe estar"...lo tomé como un chiste y me sonreí.
Cuando tiempo después me propuso tatuar el pezón, me aclaró que quedaría con una diferencia de 5 cm respecto al de su compañera porque " técnicamente de debe hacer a 17 cm de la clavícula", así que también lo rechacé, porque de todos modos iba a seguir chueca. 
Mi marido suele decirme: "no te mires tanto, no se nota la diferencia, sos vos la obsesionada..." , pero no puedo evitar estar siempre mirando de reojo hacia abajo para corroborar si la lola falsa se acomoda a la ropa que estoy usando, o para subir a la decaída...
Ya no paso por las situaciones tragicómicas por las que pasaba cuando usaba la prótesis externa ( irrupciones inesperadas fuera de lugar -arriba-abajo-al costado que parecían protuberancias anómalas), caídas abruptas de la intrusa al agacharme que me obligaban a zambullirme sobre ella para disimular la situación , olvidos sobre la mesa de luz que horrorizaban a quienes la veían  inesperadamente, cambio de postura por la falta de peso y por supuesto la propia visualización de ese lugar plano, con una o varias cicatrices que de estético, la verdad es que no tienen nada! En realidad, las cicatrices siguen, pero en la redondez de la reconstrucción,parecen  tomar cuerpo y se hacen más amigables, recordándome siempre que gracias a ellas hoy estoy viva. 
Pues si, no me denomino una amazona porque ya no lo soy, me denomino como una mujer asimétrica, lo que a todos los hacer reír, y llevo por la vida esa asimetría como un estandarte, pues el cáncer que me visitó dos veces y me obligó a estar 11 años en tratamiento, dejó -como en la mujer de la escultura de ébano-  una mujer imperfecta físicamente, que aprendió que en la vida hay cosas mucho más importantes que la estética.
Crecí como persona, me fortalecí y aprendí a quererme más y a amar más a mi prójimo y eso me convirtió en una mujer más feliz; y aunque parezca paradojal todo fue gracias al cáncer.

Entonces, con gusto puedo decir: Bienvenida asimetría! 


Saluda atentamente, Eli  la asimétrica.

20 jul 2012

Sabia Mazatlán


Llegué a Mazatlán, esta lejana ciudad al oeste de México llamada La Perla del Pacífico, ansiosa por conocer sus playas, en busca de calor, escapando del frío Montevideo.
El primer día me dispuse a ponerme el traje de baño para zambullirme en las cálidas aguas transparentes.
Preocupada porque no se me notara la “asimetría” de la que tantas veces estoy pendiente, me coloqué una pequeña prótesis complementaria (“Lolita”) en  el soutien,  la acomodé y me adentré en el mar.
El generoso océano Pacífico me dio la bienvenida saludándome con una gran ola que me revolcó hasta la orilla. Con disimulo, intenté recobrar el equilibrio y al incorporarme noté que Lolita ya no estaba, la ola se la había llevado… Nerviosa comencé a buscarla por encima y en el fondo del mar, sin resultado. Confieso que dejé de disfrutar el momento intentando hallarla. Seguía pensando en ella confiando que el señor océano se apiadaría de mí y me la devolvería en la orilla…
De pronto me vi rodeada de unas delgadísimas hebras azules y en un instante sentí un gran ardor que me obligó a salir del agua. La sensación de quemazón se iba extendiendo y sentía que ardía cada vez más!
_ Son “quemadores”-  me dijo el guardavidas con cara de preocupación. Tienen una toxina muy potente por lo que sentirá bastante molestia durante largo rato. El hielo inhibirá el efecto y la calmará. No coma mariscos ni tome bebidas alcohólicas durante el día de hoy (ese era uno de mis principales objetivos en el viaje!!!).
Creí que era una broma pero no. Terminé acostada boca abajo en un reposera con una gran toalla llena de hielo sobre mi espalda durante media hora.
No quiero pecar de conformista, pero creo que la Naturaleza me quiso decir algo y me dio una lección: 


 No debo preocuparme por cosas intrascendentes

Como primera advertencia,  se llevó a Lolita y ante mi insistencia por recuperarla me mandó a los quemadores para convencerme de que “eso” no es lo más importante.

Lo verdaderamente importante es que estoy viva, por lo tanto puedo y debo disfrutar la vida sin estar preocupada por lo que me falta, sino agradecida por lo que tengo.

quemadores o agua mala


22 ago 2010

Anécdota asimétrica...Nº1

Era lunes, estaba feliz porque no me tocaba trabajar de mañana. Podría dormir hasta tarde!
A las ocho de la mañana sonó el teléfono y para mi desconcierto, una colega me comunicaba que no podía entrar al consultorio porque la empleada doméstica no había ido a trabajar -sin avisar!- y estaba cerrado. Sus pacientes con sus padres estaban junto a ella esperando... Tuve que saltar de la cama y vestirme a toda veloocidad. Me puse lo primero que encontré, aún entredormida, tomé las llaves y la cartera y paré un taxi en la calle. Todo en menos de cinco minutos!Llegué. Estaban todos en la puerta con caras de incomodidad. Respiré profundo, pedí disculpas por lo sucedido, abrí la puerta y entraron.
De pronto me miré y noté algo raro, estaba asimétrica!
Le pregunté a mi colega:

_ ¿Vine así?-mientras desviaba mi vista a mi pecho.
_ Si -me contestó- me pareció raro pero supuse que fue por el apuro...

Efectivamente, ni me acordé de colocarme la "externa". Ella quedó muy tranquila apoyada sobre la mesa de luz viendome correr por el cuarto.
Una vez que tomé conciencia de su falta ( somos nosotras las complicadas, porque la gente muchas veces ni se da cuenta), no me daban las manos para disimular la chatura unilateral. Lo peor fue que era verano y no tenía más que una remera!
Acomodé la cartera sobre la "zona prohibida" y volví a casa aún con taquicardia por la corrida y los nervios vividos.
Fui al cuarto, la agarré con cuidado, la coloqué en su bolsillo secreto del soutien y le dije:

_Todavía no te tengo incorporada a mi esquema corporal...

Lamentablemente no pude volver a dormirme. El lunes había comenzado a todo ritmo!