Compartimos este artículo que nos ha hecho llegar nuestra amiga Amalia Terilli, Técnico en Podología
SÍNDROME
DE PIES Y MANOS
Este artículo puede ayudarle a reducir su riesgo de
desarrollar el síndrome de pies y
manos, como así también ayudarle a reconocer y manejar los síntomas si estos
llegaran a ocurrir.
Este artículo no deberá reemplazar
la comunicación con su médico. Su médico siempre deberá ser su primera opción
de información sobre la quimioterapia y sus efectos. La información
incluida en este artículo tiene como propósito ser útil, instructiva y
preventiva, en ningún caso debe
considerarse un sustituto del asesoramiento médico.
Efectos secundarios a la quimioterapia
en el pie
El síndrome de pies y manos (llamado ERITRODISESTESIA
PALMO-PLANTAR) es un efecto secundario, que puede suceder con diversos tipos de
quimioterapia o fármacos de tratamiento biológico utilizados para tratar el
cáncer. Se presenta como una reacción dérmica inducida por la
quimioterapia. Después de la administración de la quimioterapia, pequeñas cantidades
del fármaco traspasan los vasos sanguíneos pequeños llamados capilares, en la
palma de la mano y la planta del pie.
¿Cómo
sabré si tengo el síndrome de pies y manos?
Los fármacos para tratamientos oncológicos en dosis
altas pueden provocar esta reacción cutánea en algunos pacientes.
La piel puede enrojecerse, inflamarse, agrietarse o
doler.
Es posible que note una sensación de hormigueo o
adormecimiento.
El síndrome de pies y manos también puede ocurrir en
la piel en otras partes del cuerpo.
Si bien no todas las personas que son tratadas con
quimioterapia lo desarrollan es bueno estar informados.
La exposición de los pies al calor, así como la
fricción en las plantas, aumentan la cantidad del fármaco en los capilares y el
fármaco “escapa” por estos.
Este escape del fármaco provoca enrojecimiento,
sensibilidad y posiblemente descamación de las plantas.
El enrojecimiento, también conocido como eritema
palmo-plantar, tiene la apariencia de una quemadura de sol.
Las áreas afectadas pueden secarse y descamarse, y se
puede desarrollar entumecimiento u hormigueo.
El síndrome palmo-plantar puede ser incómodo y afectar
su capacidad para realizar actividades normales, sin embargo, en algunos
pacientes puede convertirse en una reacción fuerte y muy dolorosa.
Cuando se hace intenso puede llegar a ser difícil
utilizar las manos como así también el caminar. Si bien relativamente pocas
personas desarrollan este síndrome en su forma intensa, es muy importante
tratar de prevenir tal reacción.
Si ocurre, reconocer y tratar la reacción en forma
temprana puede reducir el riesgo de que se vuelva más intenso.
Grado 1. Enrojecimiento leve, inflamación o sensaciones
alteradas (por ejemplo: hormigueo o ardor) que no interfieren con las
actividades cotidianas.
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Grado 2. Dolor en las manos o los pies que hace más difícil
realizar las actividades cotidianas. La superficie de la piel está intacta
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Grado 3. El dolor es intenso y hace difícil caminar o usar
las manos. La lesión del tejido es evidente, por ejemplo piel descamada, con
ampollas o grietas.
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No espere a ver si la situación mejora por sí sola.
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Si se trata del síndrome de pies y manos, lo más
probable es que la situación empeore si la ignora.
Prevención:
La prevención es muy importante para intentar reducir
el desarrollo de esta afección.
Si concurre a una Atención Podológica tenga al tanto
al Técnico que está llevando a cabo un tratamiento de quimioterapia, él sabrá
qué recomendarle para estos casos y le indicará como tratar sus pies.
Entre las medidas que usted puede tomar se encuentran
modificar algunas de sus actividades diarias normales para reducir la fricción
y la exposición al calor de las manos y los pies durante un período de tiempo
después del tratamiento (aproximadamente una semana después de la medicación y
durante la mayor cantidad de tiempo posible mientras recibe medicación oral).
Evite la exposición prolongada de las manos y los pies
al agua caliente cuando lava los platos, o toma duchas o baños
largos.
Las duchas cortas con agua tibia reducirán la
exposición de la planta de los pies al fármaco.
Evite la presión excesiva en las plantas de los pies.
No realice actividades tales como trotar, hacer
aeróbicos, caminar vigorosamente, saltar, y evite las caminatas largas.
Evita el calzado demasiado ajustado o demasiado
suelto: un calzado demasiado ajustado puede causar dolor punzante, roce y
calambres, y un calzado demasiado suelto puede empeorar el dolor al no
brindar un buen apoyo a un pie de por sí inseguro.
El mejor calzado para estos casos son las zapatillas o
los zapatos que ajusten el pie cómodamente, que sean flexibles y le brinden un
buen apoyo.
En la cama debes tener tus pies al descubierto. Evite
que el roce de las sábanas sobre tus pies te cause dolor. Si esto no es
posible, existen unas planchas de gel de silicona que se colocan encima de la
sábana y que suavizan todo tipo de roce.
¿Cómo manejará mi médico el síndrome de
pies y manos?
Su médico puede pedirle que trate los síntomas del
síndrome de pies y manos con ciertos medicamentos.
Algunas cremas para el cuidado de la piel pueden
ayudar.
Estos productos contienen ingredientes tales como
vaselina, lanolina o ácido láctico.
Los masajes ayudan a la circulación y estimulan la
producción de endorfinas (sustancias químicas del organismo que ayudan a
controlar el dolor), pero éstos no deben ser muy largos ni excesivos.
Después de aplicar la crema, póngase guantes o medias
de algodón, (especialmente a la noche). Esto ayuda a que mayor parte de la
crema se absorba y que su piel permanezca cubierta.
Algunas veces se recomiendan corticosteroides tópicos
u orales.
La vitamina B6, o piridoxina, también es utilizada por
algunos médicos. Si su médico le recomienda esta vitamina, asegúrese de seguir
sus instrucciones respecto a cuánto y con qué frecuencia tomarla.
Procedimientos de enfriamiento:
Algunos expertos recomiendan tomar baños fríos para
reducir el flujo de sangre puede reducir la intensidad de los síntomas.
Mantener los pies elevados también podría aliviarle.
Realice pediluvios en agua de malva “fríos”, tiene
propiedades descongestivas, sedativas y lubricantes.
Alivio del dolor
El especialista puede recetar algún medicamento que
ayude al paciente a controlar el dolor, el hormigueo y la sensación de ardor.
El tipo de medicamento depende de la frecuencia y la intensidad del dolor. No
obstante, algunos medicamentos producen efectos secundarios
En caso de picazón aplique almidón de maíz (maicena).
Para evitar la sequedad, báñese rápidamente bajo la
ducha con agua tibia en lugar de darse un baño caliente y prolongado en
la bañera.
Aplíquese crema después del baño, los emolientes con
vitamina “A” proporcionan una humectación excelente para las manos y los pies.
No use perfumes, agua de colonia o loción para después
de depilarse, ya que estos productos frecuentemente contienen alcohol, lo que
puede resecar aún más la piel.
Colocar en el calzado alguna plantilla suave que puede
ser de gel de silicona.
¿Cuándo llamar al médico o profesional
de atención médica?
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Si observa que las palmas de las manos o las plantas
de los pies enrojecen o se vuelven sensibles.
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Esto generalmente ocurre antes de la descamación, por
lo que puede recibir recomendaciones para aliviar la molestia.
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Trate sus pies con un Técnico en Podología egresado de
la Escuela de Tecnología Médica, dependiente de la Facultad de Medicina, él
está preparado para atender su pie de modo integral, derivando si es necesario
al especialista oportunamente.
CUIDE
SUS PIES, ELLOS TAMBIÉN FORMAN PARTE DE SU SALUD!
TÉCNICO EN PODOLOGÍA: AMALIA TERILLI
LÓPEZ – Cel: 099 065 402 -