Elena estaba muy ansiosa, nos escribió un mensaje diciendo: " No se olviden de mi, quiero verme linda". Llamó por teléfono para confirmar la hora y el lugar del encuentro. Llegó diez minutos antes de lo pactado.
Al abrir la puerta vimos a una mujer con el cabello cortito, nerviosa, expectante.
- Hola, soy Elena. ¿Ustedes me van a ayudar, verdad?
Nos contó su situación. Es casada, tiene tres hijos, todos con diferentes discapacidades, lleva seis operaciones y en unas semanas será la séptima.
- Es lo que me tocó - dijo encogiendo los hombros- pero hay que seguir para adelante.
No mostraba tristeza ni autocompasión, sino una sonrisa.
Nos mostró fotos de su hija menor y una de ella en la que lucía una linda melena larga lacia, de color castaño.
- ¿Vieron que lindo me queda el pelo largo?Ahora me lo corté bastante porque sé que se me va a caer pero no quiero que mis hijos me vean pelada." Para mi, el pelo es lo más importante, si no lo tengo me siento desnuda...".
Miró hacia la mesa donde estaban todas las pelucas presentadas y sin dudarlo señaló una y dijo:
- Me gusta esa, ¿puedo...?
Se la probó, la acomodó en su cabeza, la peinó y al mirarse al espejo exclamó asombrada: ¡Es igual a mi pelo verdadero! Irradiaba alegría.
-Le voy a dar la sorpresa a mi marido, él no sabe a qué vine aquí...
Después de la operación las llamo y les cuento cómo me va.
Con esta sonrisa y cara de pícara posó para la foto, nos dio un fuerte abrazo y se fue sumamente agradecida.
Unas horas más tarde nos llamó para avisarnos que había llegado bien a su casa, que todo era una fiesta y estaban encantados con su nuevo look.
Una vez más Pat y yo nos miramos complacidas. Nueva misión cumplida.
Estamos sumamente agradecidas a las personas que generosamente nos hacen llegar sus pelucas para que sean usadas por quienes más las necesitan.
1 comentario:
Elena, Mucho ánimo para que lleves siempre esa sonrisa. Se te ve genial!! Suerte con la operación y sigue contándonos tu historia!!
Chicas... como siempre, sois geniales!!
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