Solo el que está en tus zapatos sabe lo que estás viviendo.
Esa lucha interna de un guerrero.
Cada persona vive lo que le pasa, como mejor puede; como una
tragedia o desgracia, como una prueba de vida y de fe, como un ensañamiento de
la vida o como una etapa a superar, una prueba más que la vida nos pone
adelante a la cual tenemos que hacer frente y sacar lo mejor de nosotros. Con
noches oscuras más oscuras que nunca y días que nos piden nuestra mayor dedicación.
Hoy vamos a compartir la historia de Christine Augsburger y
Fabienne Berthier, dos bellas personas que se enfrentaron en el 2014 con la
triste noticia de padecer cáncer de mama,
se conocieron primero en un curso
de auto maquillaje y ahí quedaron en contacto, luego coincidieron en la Clínica
COR para realizarse a la misma hora su tratamiento de radioterapia.
Si bien las sesiones duran apenas unos minutos eso valió la
pena para encontrarse, sentarse en ese pasillo y compartir charlas de vida. Allí
conocieron a muchas personas que cómo ellas atraviesan todo tipo de
tratamientos, cada una con su historia y
su esperanza de vida.
De esos encuentros diarios surgió la idea de compartir un café o un té con esa pregunta marcada “Cómo estás y cómo llevas todo?”. Intercambiar datos, tips sobre los tratamientos, pelucas y alguna que otra historia.
Tuvieron una idea, esperar a sus compañeros en "sala de espera" con un rico desayuno.
Poco a poco se
fueron sumando algunas personas que al ver la iniciativa siguieron colaborando
y cada día en esa mesa se agregaba algo más para compartir.
Encontraron personas maravillosas, algunas de Montevideo y otras del interior del país. Un ómnibus de Maldonado traía a un grupo de pacientes; cómo olvidar al señor que contaba chistes y nos hacía llorar de la risa, a las amigas que nos hicimos, a los chicos jóvenes que venían. A la señora de Colonia que viajó con su torta de naranja para compartir. Hasta se hizo una fiesta de despedida e intercambio de teléfonos al final.
Encontraron personas maravillosas, algunas de Montevideo y otras del interior del país. Un ómnibus de Maldonado traía a un grupo de pacientes; cómo olvidar al señor que contaba chistes y nos hacía llorar de la risa, a las amigas que nos hicimos, a los chicos jóvenes que venían. A la señora de Colonia que viajó con su torta de naranja para compartir. Hasta se hizo una fiesta de despedida e intercambio de teléfonos al final.
Christine, en su último día de tratamiento, apareció con una cantidad de plantas de "Alegrías" que llevó para regalar con hermosos mensajes:
“ Con una actitud
positiva, tus problemas se vuelven retos, tus obstáculos enseñanzas, y tus
penas parte de la vida”
“No hay mejor medicina que vivir con Alegría y tener
pensamientos positivos”
"Gracias por alegrarme estos días en COR"
A la gran mayoría de
los pacientes los médicos piden todo
tipo de cuidados y reservas al estar en
contacto con el exterior por un tema de defensas, entonces ese pequeño encuentro pasó a cortar
la rutina diaria, esa monotonía en la
cual cada día es igual al anterior. No existen muchas novedades solo ser fiel a
un tratamiento y confiar en cada procedimiento, para el creyente es tener a
Dios de nuestro lado acompañándonos.
Hay momentos para leer y tener conocimiento real de lo que
nos está pasando y hay otros momentos en los cuales solo nos llenamos de
pensamientos positivos evitando lo desgarrador de lo que nos pasa.
Ser paciente oncológico es una prueba de vida grabada a
fuego, nadie es igual después.
Para el que lo vive es lo más parecido a ir a una batalla, por eso en infinidad de libros hablan del Guerrero. Para nuestras familias y
afectos son momentos de muchos cambios y de asimilar lo ínfimo que somos en la
vida. Todo se ve distinto sabemos que nadie tiene la vida comprada, que nos vamos a ir cuando sea el momento, será por la enfermedad o no. Sabemos que lo
que es fácil se torna difícil y lo difícil en un milagro. Tratamos de vivir el Hoy es Hoy que
nos dice Louise Hay. Es tiempo de volver a nuestros sentimientos más profundos,
más puros para encontrarse con uno mismo, con lo bueno y con lo malo que uno tiene, a
sacar fuerzas de nuestro interior. A encontrar el amor en cada cosa que
hacemos. A recibir todo lo bueno de la vida porque lo merecemos.
Cómo dijo nuestro querido Galeano
“La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. Si no es
ahora, ¿cuándo? Tu vida estará siempre llena de retos. Es mejor admitirlo y
decidir ser felices de todas formas.”
2 comentarios:
realmente tenemos mucho y mucho que aprender de éstas grandes mujeres,guerreras ellas,que con alegría enfrentan día a día sus retos personales,tratando de contagiar su entusiasmo.....las abrazo a todas y cada una,y a mi hermana junto con ustedes...salú,bellas!!!!
Hola.. Este mensaje me llegó al alma!!! Tengo 29 años y estoy saliendo de mi primera quimioterapia, necesito contactarme con ustedes x favor!!!! Mi nro es 098153194. Gracias!!!
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