Hace 6 años,
el primero de abril de 2010, veía la luz un sueño por un tiempo dormido: crear
un grupo virtual de apoyo a quienes hubieran o estuvieran transitando el camino
del cáncer de mama como nosotras, Catalina, Elizabeth y Patricia.
En el
principio se fue gestando una idea similar en varios corazones; es frecuente, a quienes hemos transitado el
camino del cáncer, que nos quede como
“secuela” el querer compartir para poder ayudar. Ya pertenecíamos a un grupo presencial, y nos
reuníamos cada tanto. Sin embargo, las ganas de formar un grupo virtual estaba
latiendo desde antes, y como tantas
cosas, esperaba su momento. Y fue ahí, en esa mesa de té, cuando nos conocimos
y nos contamos los proyectos dormidos, que nos dijimos “es ahora”.
A la semana ya estábamos reunidas nuevamente
definiendo las líneas fundamentales de lo que sería MAMA MIA. Teníamos muy
clara la misión: ofrecer la ayuda y la referencia de que se puede salir
adelante, ser soporte y escudo, y en toda comunicación mostrar la actitud de vida,
de amor a la vida, la confianza y el humor, como ingredientes indispensables
para llevar en este camino. ¿Que no es
fácil? Lo sabemos, pero también tenemos que saber que no estamos solas, y que en compañía es más llevadero.
Así fue que
el primero de abril de 2010 MAMA MÍA se presentó al mundo, a través del blog y
de la página en Facebook. Lo que vendría después, estábamos lejos de poder
imaginarlo. Reuniones presenciales y en
salas virtuales, charlas, actividades en
conjunto con otros grupos, empresas y personas que nos ofrecieron la
posibilidad de llegar a más ayudando a difundir nuestro mensaje, la caminata
Por la Vida, que ha tenido puntos de encuentro para caminar en simultáneo en
diferentes ciudades y pueblos de nuestro país y de varios países del mundo, una
canción, “Querida”® que nos acompaña en
dichas caminatas, y el libro “Querida Mama Mía”, en el que compartimos
historias, nuestras y de otras compañeras de senda, fomentar la creación de más
grupos de ayuda en el interior del país, préstamo de pelucas a quien necesite,
ser vínculo para que otras instituciones reciban beneficios concretos, y más.
Obtuvimos numerosos reconocimientos, que como decimos, puede parecer una
vanidad mencionar, pero también son señal de que algo se está haciendo.
Miramos hacia
atrás y vemos con gran alegría cuánto hemos andado. Miramos hacia adelante y
vemos, con humildad e ilusión, cuánto nos falta.
Hemos
ofrecido algo, hemos recibido y aprendido mucho. Y nos maravillamos porque la
vida nos sigue sorprendiendo.
¿Qué nuevos
desafíos, qué nuevas posibilidades nos presentará esta senda que hemos elegido?
No lo sabemos.
Y mientras
esperamos buenas sorpresas con una sonrisa, nos despedimos con el saludo de
siempre:
Seguimos caminando.
¡Feliz aniversario!!
1 comentario:
Verte crecer querida MAMA MÍA es como ver crecer un hijo! Me llena de emoción!!! Gracias a todos los que lo hacen posible.Eli.
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