Hoy es Ivonne quien comparte su historia. Es de ayuda para muchos leer lo que cada una hemos vivido o estamos viviendo. Anímense a hacernos llegar la suya!
El año
pasado, en un día frío de junio, recibí la noticia de su visita.
Me pareció raro,
nunca había visitado a mi familia, siempre visitaba a
alguien
conocido, a alguna amiga, alguna vecina…
Pero él,
silenciosa y sigilosamente, había entrado en mi vida y en mi cuerpo. Sin que yo
me diera cuenta ya estaba instalado.
Cuando pensé
que todo había terminado y mi vida iba
por un solo carril y
sin mucho sentido,
apareció nuevamente él, para poner mi
mundo patas para arriba.
Al principio
me enojé mucho! ¿Quién era él para aparecerse así, sin permiso, para
enfrentarme de vuelta a la lucha? ¿Acaso ya no había tenido bastante?
¿Cómo hacia
ahora para volver a pelear?
Como dice no
sé quién: “Cuando pensé que sabia todas las respuestas, me cambiaron todas las
preguntas”.
Pensé que
era el principio del fin…y así fue, pero al revés, fue el fin de una etapa de
mi vida, y el principio de otra, donde solo de mí y de mi actitud hacia él
dependía el resultado.
Tuve que
aceptarlo y aprender a convivir con él. Esta vez, había golpeado mi puerta.
Me enojé y
tuve que pelear, no sé si mucho o poco, lo único que sé es que, como me dijo mi
hermano: él no sabía con quien se había metido. No me iba a vencer tan
fácilmente!
Tuvimos
varias batallas duras y penosas, pero en cada una yo me daba cuenta que él se hacía
más débil y yo más fuerte. En cada una de ellas fui viendo lo que tenía
alrededor y yo no veía, amor y más amor, apoyo incondicional, afectos, energía positiva,
todo lo que hizo que él retrocediera y
yo avanzara.
Hoy me doy
cuenta que no vino a lastimarme, sino a sanarme heridas viejas, a enseñarme que
yo, y solo yo, soy la protagonista de mi propia vida. Que no siempre se puede
dejar contento a todo el mundo. Que lo que piense la otra persona de mí es un problema
del otro y no mío… Que con la única persona que me tengo que llevar bien es
conmigo misma, ya que es la única
persona que me va acompañar hasta el
final.
Un día… como
llegó, se fue. ¿Para siempre?, no lo sé. Ojalá que si!
Si no es así,
la próxima vez ya lo veré como un viejo conocido y sabré cómo enfrentarlo.
Amigo Cáncer,
gracias por todo lo que me enseñaste en este tiempo.
Sin dudas
era la lección que me faltaba aprender en mi vida.
Gracias,
Ivonne.
EN HONOR A TODAS LAS VALIENTES GUERRERAS QUE LO ENFRENTAN DÍA A
DÍA
EN MEMORIA Y CON RESPETO POR AQUELLAS QUE PERDIERON LA BATALLA
1 comentario:
Hermosa historia Má!! Siempre vas a tener nuestro apoyo xq sin vos no somos nada, te quiero mucho!!!
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